La Peña Carache Estado Trujillo

Investigación realizada por Prof. Magister Eugenio de Jesús Segovia fotografias: Carlos Arrieche

     La Peña
es una comunidad perteneciente a la Parroquia Carache, Municipio Carache del Estado Trujillo; ubicada hacia el Noroeste, en la zona limítrofe con el Estado Lara, más específicamente con el Municipio Morán, a una distancia de 150 km. de Trujillo, a 42 Km. de Carache, 17 km. de Las Palmas, 8 km. de Agua de Obispo. Por la parte de Lara está: a 3 KmLa Mesa y Las Cuatro., a 8 Km. Hato Arriba, 22 Km. Barbacoa,  36 Km. Humocaro Bajo., a 56 Km. El Tocuyo, y Barquisimeto a 110 km.
            Se encuentra comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte: Quebrada de Porras, Las Cuatro, La Mesa y El Carrizal Municipio Morán Estado Lara, Sur: El Sector La Montaña o Las Torres y Parque Nacional “Dinira”; Este: Las Montañuelas, Oeste: Páramo Nunca Jamás del Parque Nacional “Dinira”, Agua de Obispo. Cuenta con un área de terreno de más de 324 hectáreas, es decir, 324.000 metros cuadrados, según fuente de  documento de repartición del año 1895. Sus altura sobre el nivel del mar van desde los 1600 a 2400 metros; el área más poblada está en los 1800 msnm., la  temperatura obsila entre los 18 ºC y 22 ºC, la precipitación o pluviosidad va desde los 800 hasta los 1200 ml. de lluvia al año. Y su población, contando solamente quienes fueron censados para el Consejo Comunal son 193 personas.
            


De acuerdo a su historia geológica, regiones naturales, hidrografía y relieve, su ámbito geográfico forma parte de la Región Andina. La formación geológica corresponde a las eras secundarias y terciarias, la mayor parte de su territorio se caracteriza por la presencia de laderas, mesetas, colinas y valles, con salientes rocosas de gran magnitud y volumen que forman mesetas. -De estas características le viene el Epónimo “La Peña”-. La vertiente o  estribación que comienza en el sector Las torres y La Montaña por encima de los 2200 metros sobre el nivel del mar,  se dirige en sentido Sur hacia el Nor-Este a 1600 m. s. n. m., en dirección al Estado Lara y formando parte de la Sub Cuenca de La Peña, con la Quebrada de Porras, una de las afluente que dan origen al Río Tocuyo en la Región Centro Occidental y vertiente  del Mar Caribe.
          


  La sierra donde se ubica, se conoce como Sierra de Barbacoas, representa una barrera natural y un acceso de enlace y comunicación entre los valles de Carache, Humocaro Bajo y El Tocuyo. Por encima de los 1800 msnm., se encuentran las formaciones boscosas de exuberante vegetación que resultan impenetrables en muchos tramos, entre los que se encuentran gigantescos helechos, carrizos de montaña y palmas; al igual que cuenta con una fauna valiosísima e importante, alguna en peligro de extinción como el oso frontino, el puma, el paují, las gallinetas, las pavas, entre otros.
            El régimen de lluvia tanto en intensidad como en duración, así como los niveles de nubosidad y humedad son muy constantes durante todo el año, además, es muy alto; incluso, para la temporada de verano o sequía, aquí se presentan lloviznas y nubosidades que garantizan el sostenimiento en el tiempo de los manantiales y sus cinco quebradas, incluyendo una cascada “El Chorro”, y también la naciente de la famosa Quebrada del Vino.
            El área geográfica por encima de los 1800msnm., corresponde al la zona protectora y sobre los 2000 msnm., forma parte del Parque Nacional “Dinira”, que abarca los Estados Lara, Trujillo y Portuguesa. Por lo que  La Peña se convierte en una comunidad con un inmenso potencial  ecológico, hídrico, turístico, agrícola y pecuario para ser desarrollado.
           


 El acceso a la comunidad desde tiempos prehispánico, pasando por la conquista, colonización y la independencia hasta los actuales momentos  sigue teniendo la misma ruta. Los Giraharas y los Kuicas lo utilizaban en sus comunicaciones e intercambios, igualmente, sirvió hasta los años 40 del siglo pasado a quienes se dirigían a pie o a caballo, desde Trujillo, Santa Ana; Bolivia, La Concepción, Carache, Agua de Obispo, La Peña, Humocaro Bajo, El Tocuyo, Quibor, Barquisimeto, el centro del país hasta Caracas. También, siguiendo cualquiera de las rutas, hay un cruce de camino con dirección Nor- Oeste que conduce a Hato Arriba, Quebrada del Vino,  Barbacoa, San Pedro, Jabón y La Pastora o la entrada a Montevideo en la vía Panamericana ( estos últimos cuatro sitios pertenecen al Municipio Torres). En este sentido, por las tres direcciones, fue primeramente un camino indio, luego pasó a camino real y finalmente a carretera nacional, pero de tierra. La construcción de la carretera trasandina cuando Juan Vicente Gómez, y luego la Panamericana cuando Marco Pérez Jiménez, aisló a todos estos sitios. Se pasó de transporte de tracción animal a transporte automotor que se hacia por otras rutas y otras vías que  eran de más fácil acceso para otros poblados.
            La comunidad surge con el asentamiento de grupos humanos en épocas prehispánica, posiblemente Coyones o Giraharas y Kuicas, la similitud de algunas piezas arqueológicas encontradas en la finca San Rafael del “Chorro” y en otros lugares así lo indican. También  por la cercanía de los Kuicas en Carache y los Coyones o Giraharas en Humocaro Bajo y el Tocuyo. Esto ocurrió igual en las laderas vecinas del Estado Lara, a escasos metros donde aún hoy en día se mantienen en sus habitantes muchas de las características físicas de aquellos antiguos pobladores. Estos se dedicaron con exclusividad a la agricultura, la caza y la artesanía.
            En cuanto a la conquista y colonización se parte de los tiempos de la fundación del Tocuyo o “Ciudad Madre” como se le conoce. Primera ciudad que se establece en el interior de la provincia después de la fundación de Coro, desde allí partió la conquista y colonización del centro del país. Igualmente, de este mismo sitio partieron los primeros exploradores y aventureros en busca de oro, río arriba bordeando el Río Tocuyo, por los caminos indígenas. Así pasaron  La Peña y llegaron a Carache y desde aquí hasta Trujillo, donde se unieron con los que habían penetrado desde  Nueva Granada; hoy Colombia. Se sabe de algunos que se adentraron en el territorio de la Nación Kuicas, García de Paredes y Miguel Peña estuvieron en La Peña en 1561, antes de la fundación de la Ciudad de Trujillo. (Cañizalez, F. 2000. 18).
           

 Por la importancia para la colonia que adquiere El Tocuyo, Humocaro Bajo, Carache, Santa Ana y Trujillo y las relaciones que se establecen entre estos, convierten a La Peña en un sitio de mucha actividad, pues, era un punto ubicado en el camino real que los comunicaba. Con la incorporación de los europeos a los antiguos asentamientos indígenas, la creación de las primeras encomiendas, el surgimiento de los nuevos pueblos y ciudades y la desaparición de la raza aborigen dan origen a lo que es en la actualidad  La Peña. La diversidad ambiental, las oportunidades de acceso a los recursos hídricos, de fauna, flora y de tierras cultivables han permitido los asentamientos humanos en ese lugar.
            En el año 1780, ocurre la visita de Monseñor Mariano Martí, XXIV Obispo de Caracas y de la Provincia de Venezuela, llega por La Peña hasta Agua de Obispo el 15 de febrero y pasa hasta Carache donde estuvo hasta el 06 de marzo. (Cañizalez, F. 2000. 65).
            En la época de la independencia, en el año 1813, durante la Campaña Admirable la retirada del ejército realista hacia el centro del país desde el Táchira, Mérida y Trujillo, algunos siguiendo la ruta de Carache hacia el Tocuyo, llevó a Bolívar a encomendarle al Coronel Atanasio Girardot la persecución del Realista Manuel Cañas que se replegaba a Carache y en Las Rancherías de Matías  en Agua de Obispo donde se dio una de las más importantes Batallas Campales de esa gesta, y precisamente estas acciones desarrolladas el 18 de junio de 1813, alcanzaron hasta la Peña a donde llegaron las persecuciones de quienes huían. Esta batalla le aseguró a Bolívar continuar desde Trujillo rumbo a Caracas, por la vía de Portuguesa.
            Durante lo tiempos de la firma del Armisticio y el abrazo de Bolívar y Morillo en Santa Ana; viniendo el General Pablo Morillo desde Barquisimeto vía El Tocuyo, Humocaro Bajo, La Peña y Carache, y estando Bolívar en la Ciudad de Trujillo, el intercambio de misivas, el envío de comisionados de cada una de las partes originó en estos pueblos mucha expectativas e inquietudes.  Recordando que Morillo llegó al Tocuyo con 3000 hombres y 500 caballos, por lo menos. Según parte de espías enviados por Bolívar e infiltrados en el ejército de Morillo.
            El 12 de noviembre de 1820, el General Antonio José de Sucre y el Coronel Ambrosio Plaza, como primeros comisionados patriotas enviados por Bolívar desde Trujillo, pasaron por La Peña hasta Humocaro Bajo para tratar y convenir  con Morillo el Armisticio y Regularización de la Guerra. Los comisionados españoles enviados por Morillo con poderes plenipotenciarios estaban el Brigadier Don Ramón Correa, Jefe Superior y Político de las Provincia de Venezuela, Don Juan del Toro y Don Francisco González de Linares, se entrevistaron con Sucre y Plaza en La Peña, aun cuando algunos señalan que fue en Agua de Obispo.
            El paso del General Cruz Carrillo por La Peña con un ejército desde Trujillo en uno de los frentes que se unieron  en las sabanas de Cojedes en la ruta a la Batalla de Carabobo.
            De la guerra federal, se recuerda que fue muy fuerte, viniendo de cualquiera de los bandos que fuera, porque decomisaban los animales, y arrasaban todo lo que se encontraran, inclusive hasta las mujeres y mataban a cualquiera, fue tiempo tenebroso, más que el propio de la colonia o la independencia.
            Por documento de partición registrado el 08 de mayo de 1895, La Peña, jurisdicción del Distrito Carache, Estados los Andes y Circunscripción Oriental era una posesión que perteneció a la Sra. María Rosario Infante de Graterol, y que luego  repartió a sus tres hijas, de la siguiente manera: A Juan Evangelista Linares, como legítimo esposo de Juana Maria Graterol, adjudicándole ciento (107,92 H) siete hectáreas, con noventa y dos centésimas; a Pedro Crisólogo Hernández, como legítimo esposo de María Rafaela Graterol, adjudicándole ciento (107,91 H) siete hectáreas, con  noventa y un centésimas; a Luís de la Cruz Graterol, como legítimo esposo de María Hilaria Graterol, adjudicándole ciento (107,92 H) siete hectáreas, con noventa y dos centésimas.
            También hace mención el citado documento que a orilla del camino Nacional y del área del terreno está identificada una casa de pajareques cubierta con carrizos, que era la habitación de la señora Infante, y respetando su voluntad han convenidos sus herederos en dejarla con una superficie de seiscientos veinticinco ó metros cuadrados ó más claramente con veinticinco metros de frente, por otros tantos  de fondo, para construir allí  una Capilla, destinados al culto a San José.
             Para el levantamiento del plano topográfico del terreno y las correcciones  pertinentes al documento en mención, el Agrimensor Lope Román, utilizó una copia Certificada por el Registro Principal del Distrito Trujillo, en adjudicación que se hizo a la señora Maria del Rosario Infante en fecha ocho de abril de 1880. 
            En cuanto al origen destino de los últimos habitantes que ha tenido La Peña en el Siglo XX, se encuentra que pertenecían en su mayoría a familias provenientes de Carache y de algunos campos cercanos como el Potrero o Miquimbay y de Barbacoas Estado Lara, y otros tantos que nacieron en el mismo lugar atendidos por parteras y comadronas.
           


 Para la décadas del 40, 50 y 60, La Peña era una zona muy poblada y cultivada, habían numerosas casas desde la parte más baja en el límite en la Quebrada de Porras hasta el sector La Montaña o Las Torres, pero con el auge de las ciudades, la explotación petrolera, la facilidad de salir por carretera, y el aislamiento y abandono a que son sometido los campos a partir de ese momento, la mayor parte de su población emigran a otros sitios en busca de mejores servicios. En este sentido viajan a Humocaro Bajo, El Tocuyo, Sanare, Barquisimeto, algunos se aventuraron a Valencia o Maracaibo. Pero fue Humocaro Bajo por su cercanía, el comercio, los bienes y otros servicios, el que se convierte en el receptor de la gente de La Peña.  De la población actual de niños y jóvenes, más del 90% nacieron y fueron presentados en el registro civil de Humocaro Bajo, igualmente, para cursar estudios secundarios, la inscripción militar, entre otras actividades civiles y religiosas dependen de este lugar. Finalmente terminan yéndose a Lara. El fenómeno de emigración de La Peña sigue la ruta natural de la vertiente o estribación geológica e hidrográfica, hacia donde corre el agua  de sus manantiales y quebradas. Aún cuando la ladera comienza en el sector La Montaña o Las Torres a más de 2200 msnm.,  convirtiéndose en una barrera orográfica natural  que obstaculiza las relaciones e intercambio entre La Peña con Carache y con el resto del Estado Trujillo. Pero para que estas no sean más dinámica e integradoras, ha sido el aspecto político o geopolítico el que ha determinado ese fenómeno. Por eso La Peña ha estado aislada, desasistida e ignorada durante muchos años por los entes públicos del Estado, so pretexto que es muy lejos. En algunas oportunidades han pasado dos, tres y más años que ni siquiera vehículos rústicos doble tracción pueden pasar –hasta o desde- Carache, por el mal estado de la carretera que sigue siendo de tierra y esta ubicada en un área de mucha humedad y constantes precipitaciones, por eso permanece intransitable gran parte del tiempo, principalmente, el tramo de 7 km., desde la comunidad hasta Peña Azul en el sector Las Torres vía  a Carache.
            Su principal obstáculo: El aislamiento en que ha permanecido con respecto al Municipio Carache y al Estado Trujillo, al cual pertenece. La acción directa de los organismos oficiales durante toda su historia ha sido muy poca o nula, en mucho de los casos.
            La gran ventaja, lo que la mantiene y le da vida, es su ubicación con respecto a varias poblaciones del Estado Lara por lo que la convierte en un punto intermedio de transito diario y obligatorio para llegar desde: Las Cuatro, La Mesa, Hato Arriba, Barbacoas- hasta o desde-  Humocaro Bajo, Tocuyo, Quibor y Barquisimeto. La vía hacia Carache actualmente es muy poco transitada.
            Pero se siente en todos los pobladores un sentimiento de identidad y pertenencia a Carache muy intenso y muy familiar; y poderse comunicar e integrarse es un gran anhelo.
            De Juan Vicente Gómez a Marco Pérez Jiménez
            Tiempos de persecución, de guerrillas y de auge.
            Se recuerda los pasos del ejercito de macheteros durante el gobierno de Gómez que recorrió La Peña en busca de los caudillos locales y de “enemigos del gobierno”. Era un General de nombre Leopoldo Rivero, contra los Ángulos de Hato Arriba. La Peña está muy cerca de Humocaro Alto, Guaitó, Sanare, Chabasquen, Carache y Burbusay y Bocono, estos lugares fueron siempre un foco de revolución y de insurgencia,  y precisamente, se prestaba también para esas insurgencias. Algunos restos de personas fallecidas y de casquillos de fusil en la parte alta a nivel del peñón, hacia el Oeste así lo constatan.
            Cuando el mandato de Pérez Jiménez
            Tiempo de surgimiento y auge.
            Vivian en Hato Arriba una familia que alcanzo durante este gobierno una inmensa influencia económica, política y militar; se incluían entre ellos, un gobernador del Estado Lara y un alto militar adjunto al gobierno, eran los Tamayo Suárez.  Poseía esta familia una Hacienda y un Haras “La Vira Vira”, con las mejores vacas y caballos que hubo en el país, igualmente contaban con la más y mejor tecnología de la época, en la que se incluían salas de parto para los animales. Fue a través de ellos que se logró construir el tramo carretero que comunicó a Humocaro Bajo con La Peña y de aquí hasta Hato Arriba que está a escaso 8 km. de distancia y se continúa hasta Barbacoas. Se incluyó alcantarillas, cuneta, y bateas. Estos años resultaron de mucha dinámica y movimiento, comienzan a subir los primeros carros, se crearon rutas de transporte desde Barbacoas hasta Barquisimeto, Hato Arriba hasta el Tocuyo y La Peña hasta Humocaro Bajo. Esto trajo consigo grandes cambios para la comunidad: apareció el cing, el cemento y acercó la ciudad al campo.
            Cristóbal Lugo, Ramón Antonio Lugo, fueran los primeros de la comunidad en adquirir carros; el segundo prestó servicio de transporte hasta Humocaro durante muchos años.
            Durante este gobierno llegaron las fumigaciones a las casas y la eliminación de muchas enfermedades, las vacunaciones, llegaron maestros de Trujillo, entre otros hechos que acontecieron. También llegó para la época una gran invención:”El Telégrafo y el teléfono”, que funcionó en la casa de teja cerca de la bodega donde se estableció una central de enlace que servia para comunicarse con las poblaciones vecinas y con el resto del país. Las líneas que eran de cobre seguían las rutas naturales de siempre y comunicaban a los mismos pueblos. Se recuerda a los primeros telegrafistas: Juana Paula Lugo y como línieros que hacían el mantenimiento a Cristóbal Lugo y Ramón Antonio Lugo. Estas líneas estuvieron al servicio de la comunidad hasta la década de los 80 cuando aparece el “Chatarrero”, compro aluminio... También ya había llegado a las ciudades la automatización analógica de las centrales telefónicas que se vienen instalando en todo el país y estas quedaban descontinuadas. En el caso de la Peña no es hasta el 2005- 2006 que se instalan los primeros teléfonos inalámbricos fijos prepagados y los celulares 2006-2007. Más de  20 años sin teléfono.
            Para el tiempo de gobierno de Raúl Leoni se construye la carretera desde Carache a Las Palmas y se sigue por La  Montaña hasta la Peña Azul, que por ser una zona rocosa no permitió continuar los trabajos de la vía, lo que ameritó la colocación de dinamita; este hecho originó la muerte de un maquinista cuando se disponía a despejar el derrumbe, se le vino encima un aluvión de rocas, de ahí en adelante se suspendieron las labores por más de tres años. Posteriormente se reinician los trabajos, pero esta vez desde La Peña hacia La Montaña donde fue enlazada en el tramo rocoso que se había derrumbado. Se pasó de camino indio a camino real y finalmente de tramos carreteros a Carretera nacional. Lamentablemente, aun cuando ha sido presupuestado en varias oportunidades,  nunca fue asfaltada o pavimentada.
            Por esos mismos años se instaló en La Montaña, ahora sector Las Torres una antena repetidora  telefónica de CANTV, con sus casetas, salas de control y contó con un vigilante- operador de nacionalidad italiana. Este sitio se convirtió en un centro de atracción turística hasta hace unos años (1996), contaba con un mirador, bancas y barrilleras; la ampliación y colocación de otra antena (militar) con nueva tecnología eliminó esos espacios para la recreación.
            Al final del primer gobierno de Rafael Caldera y Comienzo de Carlos Andrés Pérez, se instaló el servicio de energía eléctrica desde La Pastora- Montevideo, ubicados cerca de la carretera Panamericana, pasando por San Pedro pertenecientes al  Municipio Torres, siguió a Barbacoas, luego a Hato Arriba y de allí fue llevada a los sectores: Las Cuatro y La Mesa del Municipio Morán y por su cercanía llegaron hasta la parte céntrica de La Peña y el sector los Caneyes. No fue sino hasta 1996 que se logró la ampliación a uno de los sectores de la parte alta “El Barbecho”. Es la segunda obra que Trujillo realizaba en toda su historia.
            Se sabe de la visita de algunos obispos a la finca San Rafael del Chorro, pero lo que más se acuerdan es la visita de los curas misioneros, entre ellos los que colocaron la cruz de las misiones en el año 1967. Cuando vino el Padre Sánchez de Carache. Todas estas visitas tenían gran connotación, pues, los preparativos se iniciaban con la víspera a su llegada con coloridos adornos, declamaciones, discursos, cantos, poesías y fuegos pirotécnicos. Todo era muy bonito, se reunían más de 200 personas, a veces hasta las 8 de la noche; hora en que iban agarrando para sus casas. A los Curas lo recibían en el cuarto entablado, de la casa que pasó a ser de propiedad del Sr. Hugo Lino Lugo.
            Las partureras y comadronas, todavía en la década de los 80 permanecían dos mujeres humildes y sencillas que vivía una en La Peña y venida de Barbacoa, y otra en Las Cuatro que atendían y atendieron el parto de las madres de mucho de los de los que hoy son jóvenes y adultos, de acá y de las comunidades vecinas. Se recuerda a la Sra. Margarita Perdomo y a María de la Cruz, María Ilaria que también fue curadora y sobadora.
            Desde tiempo de la colonia fue muy común la producción de miche o aguardiente en alambiques, culebras o cachicamos como se les llamó, traían la panela de Carache o Humocaro Bajo, sino, se hacia en la misma comunidad. Para los tiempos de Pérez Jiménez el gobierno comenzó a recogerlos, se dice que hasta las mujeres sacaban. De los últimos que se recuerdan es de Juan Ramón Vizcaya que tenía dos alambiques. “Se bebía mucho aguardiente, pero no se peleaba”.
            Entre los cultivos agrícolas sembrados en La Peña en diferentes épocas se encuentran la arbejas, el maíz, el trigo, el tabaco, caña de azúcar, el ajo, la papa y luego la diversificación de los cultivos hasta los que se conocen actualmente. Por la producción de tabaco hubo varias parrillas de sacar chimó, en los últimos años el Sr. Pedro Marquina sigue sacando para uso familiar y local. Las Sras. Maria Ulloa y María Socorro Ulloa lo aliñan para el consumo final. Años atrás la finada Josefa Gil, también aliñaba chimó.
            Del corte de caña de azúcar que no era mucha, los Sres. Antonio Quintero (+) y Pedro Marquina (hermanos los dos), heredaron de sus antepasados la elaboración artesanal de la panela, el batio, el papelón y el guarapo enfuertado, para ello contaron con un molino de madera fabricado de sus propias manos, de árboles cortados en la comunidad. Aún se siguen utilizando para moler la caña y sacar el jugo, el mismo modo contaron con sus pailas de cocinar el guarapo y producir la miel y los demás subproductos.
            Hubo dos molinos de trigo, uno era movido por tracción animal y el otro por el agua; el cambio de rubros agrícolas llevó a la desaparición del trigo y de los molinos.  Quedan algunas ruedas de piedra de molino.
            El cultivo del maíz fue muy extendido todavía hoy se cultivan dos variedades, la cucuteña o enana que produce a los tres meses y otro a los siete meses. Se dice de una de las semillas, que tiene en la comunidad más de 100 años.
            El ajo criollo fue un cultivo muy popular hasta los años 80, pero, la traída de algunos tipos de semillas de otros lugares infectó las tierras con un hongo que permanece en el suelo por tiempo indefinido y pudre el bulbo tanto del ajo como de la cebolla. Es difícil hoy en día ver este tipo de cultivo. Parecida suerte ocurrió con la siembra de papas, cultivo muy apreciado y masificado en la comunidad, hasta que en el mandato de Luís Herrera Campins en los años 80, por la corrupción en ese gobierno, una semilla que debió traerse de Canadá, se desvió la compra y fue traída desde Guatemala, trayendo consigo una larva llamada “Guatelmateco” que va invadiendo los suelo y perfora el bulbo de la papa produciendo perdidas económicas, además, es  difícil su eliminación. Esto disminuyó considerablemente la siembra de este rubro.
            Una de las primeras escuelas que se recuerda, estuvo ubicada en la montaña, muy cerca donde vive actualmente el Sr. Ruperto Perdomo y Sra. María Antonia Vizcaya. El maestro se llamaba          ,era oriundo de Pampan  en Trujillo, para esta época este sector contaba con la mayor cantidad de población. Posteriormente, a los años se abrió una escuela en la parte baja en el Cuarto Entablado, en la casa que pasó a ser de propiedad del finado Hugo Lino Lugo y familia; el maestro se llamaba          .
            Del cuarto entablado fue trasladada a la casa que perteneció al finado Cristóbal Lugo,  su esposa Josefina Carruzzi, laboró como maestra por más de 30 años hasta su jubilación, ella era oriunda de Carache.
            Luego y en el mismo lugar, le sucedió Carmen Delia Castellano, oriunda de Cerro Largo de Cuicas. Jubilada recientemente. Era la década de los 70. Al ser trasladada a Cuicas le siguió Apolinar Castellano, quien  se caso con una lugareña, estuvo solamente dos años.
            Posteriormente, ingresa para el año de 1979- 1980, Miguel García, quien es oriundo del sector Puente Machado en Trujillo. Dos años después, al aumentar considerablemente la matricula escolar, este docente conjuntamente con la comunidad hacen la petición de otro docente, quien llega en el mes de octubre de1982, Pasa la escuela de Nacional Unitaria a Escuela Concentrada Nacional y Estadal s/n. se trataba de Eugenio  Segovia, oriundo de La Playa de Carache. Los dos siguen compartiendo La sala de la antigua casa del Sr. Cristóbal Lugo, que había quedado exclusivamente para este fin. De aquí los docentes se ven obligados a buscar otros sitios más acordes para impartir las clases y en este sentido se acudió a varias instancias y con la comunidad se acordó con la autorización de la Parroquia Esclesiatica de Carache el uso de la Capilla, que además, de darse clase ha servido para realizar gran parte de las reuniones comunitarias de los últimos tiempos. A partir de ese momento comienza a gestionarse una nueva escuela R-2, que se logró en el año 1996, convirtiéndose en la primera obra que construye la gobernación de Trujillo dentro de la comunidad.
 
            En el año de 1996, Miguel García es trasladado a la Ciudad de Trujillo y entra Narcizana Jiménez, oriunda de Humocaro Bajo, pero de padres que han sido de la comunidad. En el año 1999, Eugenio Segovia quien laboró 13 años en la comunidad  es trasladado al Potrero, cerca de Carache. Para sustituirlo llega Fanny Infante, proveniente de la Escuela Nacional 3379 de Montañuelas, ubicada a 2 km de distancia, también vive en Humocaro Bajo, igualmente parte de su familia es del lugar. Al renunciar esta última, se incorpora Eglimar Pérez, quien viene procedente de la Escuela Estadal Unitaria s/n del Paraparo, ubicada a 8 km. Es oriunda de Humocaro Bajo. Con la incorporación de Eglimar, que recibe un contrato Nacional la Escuela pasa a ser Concentrada Nacional, eliminándose la figura de estadal. Posteriormente con la Creación de Escuelas Bolivarianas en el 2004, esta pasa a ser Escuela Bolivariana “La Peña”. En el año 2003 se abre una aula para preescolar con una matricula  de 18 niños, a la cual se incorpora Dalia  Román     quien es oriunda de Carache; Narcizana Jiménez es nombrada coordinadora y es sustituida en el aula un año después por Juana Graterol, también de Carache, con ella son cuatro los docentes que laboran en esta institución. Para el año Escolar 2006- 2007, fue nombrada Coordinadora del Plantel Dalia Román .Actualmente se gestiona una nueva aula y un salón de informática y telemática.
            De acuerdo a la información obtenida del censo escolar del 2007, solamente 6 alumnos han nacido en el lado trujillano, mientras que la mayoría sigue naciendo en Lara como se especifica  a continuación:
Lugar de Nacimiento por Niveles
                 
Lugar de Nacimiento por Niveles
                                           Preescolar  1ra Etapa    2ª Etapa   Total %
Trujillo                                                                       1          1          1,7
Carache                                                        3           2          5          8,9
Barquisimeto                                    7           5          3          15        26,7
Tocuyo                                              1           5          4          10        17,8
Humocaro Bajo                                  4          6          5          15        26,7
Humocaro Alto                                 3          1                      4          7
Barbacoas                                                     1                       1          1,7
El Carrizal                                                                 2          2          3,5
S. Carlos Cojedes                                             1       1          2          3,5
Maracay                                                                     1          1          1,7

            Para la continuación de los estudios de los niños y niñas egresados de la escuela de La Peña, que normalmente acudían al liceo en Humocaro Bajo, ahora por la recuperación de la Escuela Técnica Agropecuaria de Hato Arriba (antigua Hacienda y Haras de los Tamayo Suárez) a unos 8 km. de distancia en la vía hacia Barbacoas, se están dirigiendo a ese lugar y regresan en la tarde.
            De los sistemas tecnológicos presentes en la comunidad:
En la gastronomía
Del Agro:
             Desde épocas de la colonia los derivados del trapiche como la panela, los batidos, el papelón y el guarapo de caña.
            Las frutas y vegetales en conserva.
            Del maíz y sus preparaciones: en cachapa, mazamorras, arepas de horno, de polvo, la chicha, el fororo, el rolo o majarete.
            Del trigo y sus derivados: sobresaliendo el pan criollo y la famosa arepa andina.
Pecuarios:
            De la leche  sus derivados como la cuajada, la mantequilla criolla, el suero y el queso.
            La carne y sus derivados.

Artesanía: utilitaria y decorativa.
            Elaboración a partir de fibras vegetales como los sombreros, la cabuya, entre otros.
            De la madera, es la que más se ha utilizado encontrándose las sillas, mesa, taburetes, camas,  molinos de la caña, yugos para los bueyes, timones, arados, entre otros aperos.
            De cáscaras vegetales como la jícaras, las totumas, el taparo, la calabaza, el yagrumo.

La construcción de las viviendas o edificaciones:
             Los materiales más utilizados en la comunidad son el barro y la madera, el bahareque y el encañizado  en el que se utilizaban el carrizo y la macanilla, especie de palma que nace y crece en la montaña. Hasta años después de la aparición del cinc cuando el gobierno de Pérez Jiménez la mayoría de las casas eran de bahareque con techo de carrizo de montaña machacado y barro y otras de paja y palma. Aún hoy día siguen dominando las de bahareque, con techo de cinc y piso de tierra pisada. Las de tapiales y tejas fueron muy pocas, los más pudientes contaron con algunas, hoy todavía quedan parte de dos de ellas. Las de bloque y cemento son más recientes, hay cuatro en total. Es decir que de 43 viviendas, 39 siguen siendo de bahareque, La cosa no ha cambiado nada durante  mucho tiempo.

Sistemas Ideológicos y sociales
Manifestaciones mágico-religiosas:
Actividades domesticas entre las que se encuentran:
            Los velorios a San Antonio el 13 de Junio, al niño Jesús en diciembre y enero., San Isidro el 15 de Mayo, San José el 12 de marzo y la Candelaria el 2 de febrero, entre otros.
            Las Rogativas a los Santos.
             Los aguinaldos y villancicos.
            Celebración del Día de Reyes, en tiempos pasados.
            Las festividades en honor a San José, Patrono de La Peña y a San Isidro Labrador.
Practicas adivinatorias:
            Las cabañuelas que se siguen agarrando en el mes de enero hasta el Día de La Candelaria el 2 de febrero. Algunos utilizan granos de maíz y otros granos de sal. Esto les permite saber cuales meses van a ser de verano y cuales de lluvia.

Las prácticas curativas:
            como los rezo de secretos, el uso de hierbas, brebajes y ungüentos fue una práctica muy común entre los habitantes. Los sobadores y los rezanderos aunque muy escasos se siguen encontrando, las parturientas y comadronas desaparecieron con la creación de las medicaturas y hospitales. También porque se hizo más fácil acudir a cualquier centro poblado.

Tiempo y espacios sociales
            Los lugares comunes para el  la distribución del tiempo: Las bodegas eran los principales sitios de reunión y de encuentro de la comunidad, después de compartir las labores agrícolas o la faena diaria quedaba la tarde para disfrutar del juego de bolito criollo y las barajas, entre otros.

Momentos comunes y distribución del tiempo
            La mayoría de la gente casi todo el tiempo esta ocupada, unos en las labores agrícolas y otros las labores domesticas. En los tiempos de siembra y  cosecha los vecinos siempre estaban convidados a los convites que se hacían con sus respectivas comelonas, terminaban en baile en el pasado. Además, se acostumbraron ante la falta de mano de obra a la mano vuelta; aunque no es convite, se sigue practicando con gran entusiasmo.
            Por las tardes y los fines de semana se practicaba el juego de pelota criolla en donde también participaban comunidades vecinas, hubo más de cuatro terrenos para este fin, igualmente, con el bolito criollo en cada bodega.
            En cuanto al juego de pelota o béisbol también se ha practicado en algunos terrenos, pero no ha sido constante. Se jugaba con los de Las Cuatro  Hato Arriba, y entre ellos mismos.


















































Investigación realizada por Prof. Magister Eugenio de Jesús Segovia 2007.-2008

3 comentarios:

  1. excelente información lo felicito por la información tan detallada y practica y de gran información en cultura turismo y agropecuaria

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  2. Buenísima esta reseña nombran a mis abuelos maternos cristobal lugo y josefina carruzzi

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